viernes, 15 de enero de 2016

CACERIA DE MUJER, de Mickey Spillane (Diana)

Título: Cacería de mujer
Autor: Mickey Spillane (1918-2006)
Título original: The girl hunters (1962) \ Nº 7 en la serie “Mike Hammer”
Traducción: Carlos Barrera
Editor: Editorial Diana (México)
Edición: 2ª ed.
Fecha de edición: 1964-09-29
Ediciones anteriores: 1ª ed. (1964-02)
Serie: Colección Caimán #301
Estructura: 13 capítulos
Información sobre impresión:
Esta edición de 8.000 ejemplares se terminó de imprimir el 29 de septiembre de 1964 en los talleres de la Editorial Diana, S.A., Tlacoquemécatl 73 - México, D.F.

Información de cubierta:
Mike Hammer vuelve a la circulación, y ésta es su más reciente aventura

Información de contracubierta:
Durante siete largos años Mike Hammer vivió sumergido en el mundo del vicio. Le fue retirada su licencia de detective privado, y el brillante investigador rodó de mesa en mesa en los más sórdidos tugurios, y desfiló por todas las demarcaciones de policía. Mike Hammer deseaba morir... Considerábase culpable de la muerte de su novia y secretaria, y todos sus amigos, periodistas y policías, lo señalaban como el responsable directo de la desaparición de Velda.
Pero la confesión de un moribundo hace reaccionar a Mike Hammer, y la sola esperanza de que Velda esté viva, lo lleva a correr una aventura más de su larga carrera de detective privado. Tal vez esté un poco golpeado y maltrecho por el whisky, pero Mike Hammer regresa a la vida activa tratando de encontrar a su amada Velda.
En ésta, su más reciente aventura, Mike Hammer tiene que luchar contra una despampanante rubia, una banda de espías internacionales y un maestro del asesinato a quien llaman “El Dragón”.

MI COMENTARIO:
Cuarta novela de Mickey Spillane que leo, después de El asesino, Supervivencia ¡cero! y Con el mundo en sus manos. Ésta última tiene como protagonista al agente secreto Tiger Mann; las dos primeras, al detective privado Michael “Mike” Hammer. Spillane publicó The Girl Hunters en 1962, después de un alto de diez años con su personaje estrella. Nunca quedó en claro la razón de ese período de silencio.
Cacería de mujer, al igual que Supervivencia ¡cero! y alguna otra integrante de la saga, tiene a Hammer involucrado en una trama de espionaje y conspiración. Fue un intento de capitalizar el éxito que tuvo Ian Fleming con James Bond en la segunda parte de los años 50 y principios de los 60, adaptando a un detective de Nueva York al clima de guerra fría de la época.
La novela comienza con un Hammer alcohólico y en la ruina. Viene de siete años de perdición, originados por la desaparición de su secretaria y amor imposible Velda. Llevado a la comisaría, se reencuentra con Pat Chambers, jefe de policía y antiguo amigo. Éste le impone que hable con un prisionero agonizante, Richie Cole, quien tiene información sobre el paradero de Velda y un asesino apodado “El Dragón”, comisionado para matarla. Hammer obtiene la punta del ovillo que le permitirá encontrar a su compañera, pero el panorama resulta confuso.
Mientras se recupera, el detective recibe la visita de Art Rickerby, agente de la Oficina Federal de Investigaciones, un amigo de Cole que quiere vengar su muerte. Los dos llegan a un trato para cumplir sus objetivos. Cuando vuelve a la calle, Hammer va a visitar a Old Dewey, un anciano traficante amigo, y lo encuentra asesinado. A partir de allí, empieza un recorrido por los bajos fondos de la ciudad, reactivando los contactos con periodistas conocidos que le brindan información confidencial.
Los caminos conducen a Leo Knapp, uno de los senadores más importantes de Washington, gran impulsor de la carrera armamentística, asesinado tres años atrás. Todos estos asesinatos parecen tener relación entre sí: fueron cometidos con la misma pistola. Hammer conoce a Laura, su hermosa viuda, y no tarda mucho en enamorarse (a pesar del recuerdo de Velda) y acostarse con ella:

Regresó un minuto más tarde, con el bikini negro más insignificante que jamás haya visto, ofreciéndome un par de calzones para mí. Los dejó en una silla, corrió hacia el estanque y se tiró de cabeza. Yo era un idiota por permitirme el lujo de sentirme como un potrillo, pero el día era perfecto; la mujer, también perfecta, y estos siete años habían sido un esfuerzo largo, duro. Me hice a un lado, recogí los calzones y, sin molestarme en encender la luz de arriba, me vestí en uno de los cuartos y regresé al gran, gran día.
Debajo del agua, ella se movía como una anguila, castaño dorada, y lo negro del bikini resaltando apenas como franjas contra su piel. Era escurridiza y exuberante y más incitadora que cualquier mujer tiene derecho a serlo. Surgió del agua y se sentó en el filo de la piscina, con el estómago metido, de modo que un valle musculoso corría desde su ombligo hasta la ahendedura de sus pechos, cuyas curvas se erguían en orgullosa desnudez muchísimo antes de sentir lo constreñido de la banda superior en miniatura.

Hammer sale ileso de dos intentos de asesinato hechos con disparos a distancia. Sabe que el Dragón fue el responsable. Toma conocimiento que se trata del agente Gorlin de la KGB y que lo usa a él como conducto para llegar a Velda. También descubre que ella y Cole fueron amigos y trabajaron en la inteligencia militar durante la Segunda Guerra Mundial en Europa. Cuando desapareció siete años atrás, Velda en realidad fue secuestrada por un siniestro personaje llamado Gerald Erlich:

—Erlich era el jefe de un grupo de espionaje que se había formado en 1920 (le cuenta Rickerby a Hammer). Esos agentes iban a todos los países de la tierra a disponer todo para la siguiente guerra, y hasta educaban a sus hijos para que se convirtieran en agentes. ¿Se cree usted que la Segunda Guerra fue simplemente el resultado de una combinación política?
—La política no es mi especialidad.
—Buenos, pues no lo fue. Había otro grupo. Tampoco formaba parte de las maquinaciones del Estado Mayor General Alemán. Utilizaban a este conjunto y también la hacía Hitler... o, digamos mejor, viceversa.
Meneé la cabeza, sin entenderlo bien.
—Era un proyecto de conquista mundial. Incorporaba en sí a algunas de las mentes militares más grandes y corrompidas que este sucio mundo haya nunca conocido, y está utilizando las guerras totales y las de otra índole para ventaja propia, hasta que un día, cuando todo esté preparado, puedan apoderarse del universo como cosa propia.

Durante la guerra, Cole y Velda trabajaron en el proyecto Butterfly Two, destinado a combatir a Erlich y sus secuaces. Con su excompañero muerto, ella es la única que conoce la lista de los integrantes de esta conspiración. Por eso es objetivo de Gorlin. Con nuevas averiguaciones, Hammer se entera que Velda estuvo en la Unión Soviética durante los últimos años, y que huyó escondida en un barco junto a Cole.
Cerca del final, Hammer se enfrenta con el Dragón, pero sabe que éste trabaja en conjunto con otra persona, una mujer. No le resulta difícil saber quién es...
Cacería de mujer es una novela despareja: el principio es un tanto confuso y el final bastante previsible y algo estirado; la investigación y el juego del gato y el ratón, en cambio, tienen nervio y momentos apasionantes, sobre todo cuando se devela la red conspirativa de Erlich. La relación entre Mike y Laura es un tanto melosa: Spillane todavía mantiene aquí un romanticismo de soldado desmovilizado, antes de apostar a una mayor frontalidad en las aventuras de Tiger Mann, el espía que creó en 1964. Un libro aceptable.



ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA:
The Girl Hunters (1962) tuvo la dirección de Roy Rowland y la actuación del propio Mickey Spillane como Mike Hammer, en una de las pocas veces que un creador interpretó en el cine a su personaje más conocido. Fue acompañado por Scott Peters (Pat Chambers), Hy Gardner (que aparece como él mismo en la novela), Lloyd Nolan (Arthur Rickerby), Larry Taylor (The Dragon) y Shirley Eaton (Laura Knapp), en una actuación inmediatamente previa a su interpretación de Jill Masterson en Goldfinger. En México se estrenó como Cazador de mujeres; en España, las ediciones en DVD se titularon Cazadores de mujeres.




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